Viviendo con misión

Resumen y preguntas de discusión

Pasajes principales

Marcos 1:16-18 NVI

¹⁶ Pasando por la orilla del mar de Galilea, Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al lago, pues eran pescadores. ¹⁷ «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres». ¹⁸ Al momento dejaron las redes y lo siguieron.

Mateo 28:19-20 NVI

¹⁹ Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ²⁰ enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.

Puntos principales

Cuando somos llamados a ser discípulos de Jesús, somos también llamados a una misión. No podemos ser discípulos reales si no estamos cumpliendo la misión de Jesús: ser pescadores de hombres.

Cuando Jesús murió, los discípulos no pudieron concebir eso a pesar de las veces que Jesús les anunció que era necesario que Él muriera. Los discípulos no pudieron concebir eso ya que ellos pensaban que Jesús destruiría el imperio romano y levantaría un reino terrenal en israel. Ni siquiera después de la resurrección los discípulos lograron entender el objetivo de Jesús, seguían pensando que Jesús restauraría todas las cosas de inmediato. Pero, en lugar de eso, lo que Jesús hizo después de su resurrección fue decirles: hasta aquí llegó mi parte en la misión, ahora los dejo a ustedes para que continúen esta misión que empecé.

Jesús murió, resucitó, y le quedaban unos pocos días para estar en la tierra antes de ascender al cielo. En ese poco tiempo el mensaje de Jesús a sus discípulos fue: ya estuve 3 años con ustedes, entrenándolos, formándolos, ahora vayan y hagan discípulos de todas las naciones.
El tiempo de estar con Jesús había terminado para los discípulos y ahora comenzaba la tarea de ser pescadores de hombres y continuar la misión que Jesús comenzó.

A veces pensamos que esta instrucción: ¡vayan y hagan discípulos!, es solo para Pastores, pero lo cierto es que alguien que no está cumpliendo la gran comisión, no está obedeciendo a Jesús y por lo tanto no es un verdadero discípulo.

En la iglesia hemos construido una cultura misionera contraria a lo que Jesús enseñó en las escrituras. Creemos que para ser Cristianos es suficiente con servir dentro de la iglesia, asistir los domingos, escuchar un mensaje y sentirme alimentado, y que todos los demás días mi vida no esté cumpliendo con la misión de Dios. A causa de esta cultura misionera errónea, nos cuesta trabajo visualizar ¿Cómo se ve esto de hacer discípulos y vivir la misión? Por eso hoy quiero mostrarte una manera muy sencilla para cumplir la gran comisión todos los días:

1. Vayan.
Cada persona que está a tu alrededor es una persona que ha sido creada a la imagen de Dios y que Jesús desea que esa persona también lo siga. Vayan, significa acercarnos a las personas e influenciarlos, y esto comienza cuando intencionalmente construimos relaciones genuinas con las personas. Jesús quiere que podamos tener buenas relaciones con las personas que aún no lo siguen. En ocasiones tenemos que ser intencionales en inscribirnos en actividades extracurriculares con el fin de construir relaciones genuinas, la gran comisión comienza con ir.

2. Bauticenlos.
Hoy hemos convertido la práctica del bautismo en un asunto casual. Pero en los primeros días de la iglesia, el bautismo era un asunto enorme, era una señal de una decisión sumamente profunda de que la persona estaba dispuesta a seguir a Jesús.
El bautismo no es para los que creen en Jesús, el bautismo es para los que decidieron seguir a Jesús con toda su vida.
Entonces, cuando Jesús les dijo: ¡bauticenlos!, lo que estaba diciendo es: ¡llevenlos a que deseen entregar completamente su vida a Jesús!.
No hagamos del bautismo un acto religioso, el bautismo es el sello de aquel que ha dicho: me arrepiento completamente y quiero vivir para Jesús 100%.

3. Enséñenles a obedecer.
Enseñar a las personas a obedecer es una tarea más grande que simplemente un estudio bíblico. Discipulado es todo aquello que nos forma de acuerdo al carácter de Cristo.
Si has decidido ser un discípulo, entonces has decidido vivir una vida continúa de estudio y devoción de las escrituras y enseñanzas de Jesús, pero no de una manera intelectual, sino meditando y pidiéndole al Espíritu Santo que nos ayude a comprender y obedecer lo que estamos aprendiendo en las escrituras acerca de Jesús. Solo así podremos invertirnos y enseñar a otros a obedecer a Jesús.

Nunca en la vida estaremos graduados de ser discípulos, porque siempre habrá algo nuevo que aprender sobre Jesús. Otra cosa importante es que si queremos hacer discípulos, debemos tener a alguien que nos discipule. No podemos ser independientes en la tarea de hacer discípulos. Yo puedo hacer discípulos porque estoy siendo discipulado.

Cuando tenemos una perspectiva correcta acerca de la misión de Dios de hacer discípulos, cambia la mentalidad que tenemos de evangelizar haciendo que las personas sean salvas a través de una simple oración del pecador y creer que nuestro trabajo termina cuando logramos que las personas hagan esa oración. 
Necesitamos que la iglesia vuelva al diseño original de hacer discípulos, llevándolo a obedecer su palabra, permanecer en Jesús y que reciban una verdadera salvación. Si entendemos que nuestro objetivo no es que alguien haga una oración, sino que decida ser un discípulo de Jesús, empezaremos a ver verdadera salvación y transformación en el mundo.

CONÓCEME MEJOR. 

• Actualmente, ¿Cuáles son tus 3 círculos sociales más fuertes, los que frecuentas más?
• ¿Alguna vez asististe a una campaña evangelística? ¿Cuál fue tu experiencia?
• ¿A qué edad te bautizaste? ¿Cuéntanos tu experiencia completa?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• ¿Qué piensas acerca de la gran comisión que aparece en Mateo 28:19-20? ¿Honestamente, sientes o consideras que la estás cumpliendo?
• El pastor Josman dijo: El bautismo no es para los que creen en Jesús, es para los que decidieron seguir a Jesús con toda su vida. ¿Qué efecto tuvo esta frase en tu corazón después de escucharla?
• Reflexionemos en el pasaje de Isaías 6:8. Como creyente, piensas que has tomado la instrucción de seguir a Jesús muy a la ligera?

OREMOS CONFORME AL MENSAJE

• Padre, envíame a mí. No quiero ser solo un creyente, quiero seguir completamente a Jesús. Capacitanos para la misión de hacer discípulos, muéstranos los círculos sociales a los que debemos ir y ayúdanos a representarte a ti enmedio de la convivencia con ellos. Te pedimos de tu Espíritu Santo para que traiga convicción sobre aquellos que están listos para seguir a Jesús. Empoderanos a través de tu Espíritu Santo para llevar transformación en las naciones.

RETO DE LA SEMANA

• Piensa en una persona de alguno de tus círculos sociales que hoy en día no está creyendo en Jesús, empieza a construir una relación intencional y genuina con él o ella. Envíale un mensaje de texto, invitala a comer, sal a correr o hacer algo de ejercicio con ella. La gran comisión comienza con ir.