La Parábola de tu vida

Resumen y preguntas de discusión

Pasajes principales

Mateo 13:10-17 NTV

 ¹⁰ Sus discípulos vinieron y le preguntaron: —¿Por qué usas parábolas cuando hablas con la gente? ¹¹ —A ustedes se les permite entender los secretos del reino del cielo —les contestó—, pero a otros no. ¹² A los que escuchan mis enseñanzas se les dará más comprensión, y tendrán conocimiento en abundancia; pero a los que no escuchan se les quitará aun lo poco que entiendan. ¹³ Por eso uso estas parábolas:

Pues ellos miran, pero en realidad no ven. Oyen, pero en realidad no escuchan ni entienden.

¹⁴ De esa forma, se cumple la profecía de Isaías que dice:

“Cuando ustedes oigan lo que digo, no entenderán. Cuando vean lo que hago, no comprenderán. ¹⁵ Pues el corazón de este pueblo está endurecido, y sus oídos no pueden oír, y han cerrado los ojos, así que sus ojos no pueden ver, y sus oídos no pueden oír, y su corazón no puede entender, y no pueden volver a mí para que yo los sane”. ¹⁶ »Pero benditos son los ojos de ustedes, porque ven; y sus oídos, porque oyen. ¹⁷ Les digo la verdad, muchos profetas y muchas personas justas anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y anhelaron oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron. 

Hebreos 3:7-14 NTV

⁷ Por eso el Espíritu Santo dice:

«Cuando oigan hoy su voz, ⁸no endurezcan el corazón como lo hicieron los israelitas cuando se rebelaron, aquel día que me pusieron a prueba en el desierto. ⁹ Allí sus antepasados me tentaron y pusieron a prueba mi paciencia a pesar de haber visto mis milagros durante cuarenta años. ¹⁰ Por eso, estuve enojado con ellos y dije: “Su corazón siempre se aleja de mí. Rehúsan hacer lo que les digo”. ¹¹ Así que en mi enojo juré: “Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso”». ¹² Por lo tanto, amados hermanos, ¡cuidado! Asegúrense de que ninguno de ustedes tenga un corazón maligno e incrédulo que los aleje del Dios vivo. ¹³ Adviértanse unos a otros todos los días mientras dure ese «hoy», para que ninguno sea engañado por el pecado y se endurezca contra Dios. ¹⁴ Pues, si somos fieles hasta el fin, confiando en Dios con la misma firmeza que teníamos al principio, cuando creímos en él, entonces tendremos parte en todo lo que le pertenece a Cristo.

Puntos principales

En nuestra etapa de estudiantes seguro tuvimos maestros buenos y malos. Había algunos que hacían entender de manera fácil lo que enseñaban, mientras que otros daban la enseñanza de manera confusa. 

Jesús es el mejor maestro, sin embargo, en ocasiones y de manera deliberada, buscó que su enseñanza no fuera sencilla, sino confusa. Este era el propósito de las parábolas. Jesús no utilizaba las parábolas para hacer más sencillas sus enseñanzas, sino que Él escondía la verdad del reino de los cielos en sus mensajes. ¿Por qué Jesús quería esconder la verdad? Al ocultarla, provocaba dos tipos de reacciones en la multitud: aquellos que no darían un paso extra para comprender lo que Jesús enseñaba y aquellos que sí disponían su corazón para que Él explicara lo que estaba enseñando. A través de parábolas, escondía la verdad de aquellos que no tenían el deseo de acercarse a Él para entender su significado, pero también abría una oportunidad para que las personas que estaban dispuestas a acercarse a Jesús y entender.

A lo largo de todos los evangelios nos damos cuenta que los fariseos y maestros de la ley rechazaban la enseñanza de Jesús, aún cuando esta era clara y sencilla. En Mateo 12 nos muestra dos sucesos donde Jesús se duele tanto de la dureza en el corazón de muchos hombres para aceptar sus enseñanzas y da un giro a sus enseñanzas. Jesús decidió no hablar más de manera clara, sino de manera confusa que oculta la verdad a aquellos que su corazón no está dispuesto a indagar más para conocer. En Mateo 13:34-35 vemos que Jesús cumple una profecía de Isaías de que hablaría a las multitudes en parábolas. Tener ojos que no ven y oídos que no oyen es sinónimo de un corazón endurecido. 

Quizás en este momento te preguntes: ¿Qué tiene que ver esto con mi vida? Quiero exponer un principio práctico para ti. Hoy no estamos escuchando las enseñanzas de Jesús como en aquel tiempo en nuestra vida, pero quizás estás en momentos de mucha confusión. Todos esos momentos donde es confuso entender situaciones en tu vida es a lo que hoy llamo la Parábola de tu Vida. Es en estos momentos donde tienes dos caminos,  endurecer tu corazón porque no comprendes lo que Dios está haciendo o acercarte a Jesús para recibir respuesta y revelaciones acerca de su reino.

En este tiempo muchas personas se han sentido confundidas. La pandemia ha traído un tiempo caótico, estamos viviendo una parábola, un tiempo de Dios donde su mensaje es confuso. Hoy, o corremos el peligro de endurecer nuestro corazón o nos acercamos a Dios como niños que quieren aprender y encontrar respuesta. En este tiempo, o te alejas de Dios o te vuelves más íntimo. El deseo de Dios no es que vivas en confusión, Él quiere darte respuestas, pero quiere que te acerques a Él en comunión e intimidad. La confusión en tu vida abre la puerta a una mayor revelación. Si no hay preguntas, no hay espacio para una nueva revelación en tu vida. Te invito a tomar la confusión como una oportunidad para recibir la revelación de Dios para tu vida.

Si cada vez que no entendemos lo que Dios está haciendo, decidimos vivir resentidos, responder con desobediencia, endurecer nuestro corazón, nunca podremos entrar en su lugar de reposo. Una persona que solo confía en Dios cuando todo va bien, no está en el reposo de Dios. El reposo de Dios es aquel que te da paz, aún cuando todo está confuso. Probablemente hoy no estás viendo todo tan claro, pero recuerda los momentos en que sí viste su bondad. Acércate a personas que te alienten y motiven a acercarte a Dios. Cuando estés pasando por momentos difíciles, lo peor que puedes hacer es aislarte de Dios y las personas.

Hay momentos donde la voz de Dios es clara, pero en otros momentos es confusa. Jesús sigue hablando en parábolas en nuestros días. Él quiere que lo busquemos aún más en intimidad para comprender los secretos del reino. En esos momentos de confusión, no tientes ni pruebes a Dios, cuida tu corazón de la incredulidad.

Una parábola tiene dos resultados: Si abro mis oídos y mis ojos espirituales, me acercaré más a Dios. Si cierro mis oídos y mis ojos, me alejaré de Dios. Toda confusión es una puerta de revelación.

¡Demos gracias a Dios por la confusión!

CONÓCEME MEJOR. 

• ¿Qué maestros de tu secundaria o universidad recuerdas con cariño por la forma como enseñaban? 
• ¿Cuando no entendías la clase de un maestro, cuál era tu respuesta? ¿No estudiar y culpar al maestro? o ¿Tener la iniciativa de estudiar en grupo directamente del libro? 

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• ¿Qué es lo más confuso o qué situación difícil has pasado y te ha tomado trabajo comprender en este tiempo caótico a nivel mundial? 
• ¿Alguna vez le diste gracias a Dios por la confusión? ¿Empezarás a incluir esta linea de pensamiento en tus oraciones?
• Normalmente ¿Cuál es tu reacción en momentos de confusión? ¿Te acercas más a Dios o buscas aislarte de todo? 

OREMOS CONFORME AL MENSAJE

• Papá, perdónanos si hemos endurecido nuestro corazón, si te hemos puesto a prueba y te hemos tentado. Gracias por lo tiempos donde tu voz es clara, pero gracias también por los tiempos donde es difícil escuchar tu voz y es confuso comprender tus enseñanzas. Hoy te pedimos que a través de tu Espíritu Santo nos des ojos para ver, oídos para escuchar y un corazón de carne para acercarnos a ti como niños. 

RETO DE LA SEMANA

• Busca personas que tu sepas que hoy están pasando por momentos difíciles y se están apartando de Dios. Acércate a ellas y comparte sobre la bondad de Dios, ayúdales a recordar lo bueno que él ha sido antes y lo bueno que seguirá siendo. Muéstrale a esta persona que Jesús busca una relación de intimidad más profunda en medio de su confusión.