Jesús nuestra provisión

Serie: JIREH, DIOS PROVEEDOR

Resumen y preguntas de discusión

PUNTOS PRINCIPALES

Génesis 14: 14-20

¹⁴En cuanto Abram supo que su sobrino estaba cautivo, convocó a trescientos dieciocho hombres adiestrados que habían nacido en su casa, y persiguió a los invasores hasta Dan. ¹⁵Durante la noche Abram y sus siervos desplegaron sus fuerzas y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Hobá, que está al norte de Damasco. ¹⁶Así recuperó todos los bienes, y también rescató a su sobrino Lot, junto con sus posesiones, las mujeres y la demás gente. ¹⁷Cuando Abram volvía de derrotar a Quedorlaómer y a los reyes que estaban con él, el rey de Sodoma salió a su encuentro en el valle de Save, es decir, en el valle del Rey. ¹⁸Y Melquisedec, rey de Salén y sacerdote del Dios altísimo, le ofreció pan y vino. ¹⁹Luego bendijo a Abram con estas palabras: «¡Que el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra, bendiga a Abram! ²⁰¡Bendito sea el Dios altísimo, que entregó en tus manos a tus enemigos!» Entonces Abram le dio el diezmo de todo.

PUNTOS PRINCIPALES

Hoy estamos cerrando nuestra serie Jireh y entendemos que entregarle a Dios nuestras ofrendas es un acto de adoración.

Hoy quiero compartir un poco acerca de la vida de Abraham. Dios le dio una promesa de bendición a Abraham donde todas las naciones de la tierra serian bendecidas a través de él. Mas adelante nos damos cuenta que de la genealogía de Abraham nació Jesús nuestro mesías, Jesús es la bendición para todas las naciones de la tierra. La bendición mas grande que todos nosotros tenemos hoy, se llama Jesús.

En Génesis 14:14 hablamos de Abraham y el momento en que secuestran a Lot, su sobrino. Algo que me llama la atención es que Abraham tomo 318 hombres para ir en rescate de su sobrino, te imaginas ¿cuán grande tenia que ser el patrimonio de Abraham para disponer de 318 hombres? Dios no tiene problemas con que tu crezcas financieramente, Jesús dijo que la raíz de todo problema es el amor al dinero, no el dinero en sí mismo. Uno puedo amar el dinero siendo rico o siendo pobre, o ser desprendido del dinero siendo pobre o siendo rico. Dios no tiene problemas con el dinero, a Dios le preocupa como está la condición de nuestro corazón respecto al dinero.

La historia en este pasaje cuenta que Abraham recuperó todo lo que le habían robado, y también rescataron a Lot. Dios es un Dios que restituye todo lo que hemos perdido. Abraham regresó con un gran botín.

Pero quiero que pongas atención a lo que sucede después. Aparece un nuevo personaje, Melquisedec, que solo aparece en este pasaje y nunca mas se vuelve a mencionar en la Biblia. Melquisedec era rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo. En Hebreos 7, el autor explica que Jesús vino a ser rey y sacerdote según el orden de Melquisedec, hoy nosotros tenemos acceso a la presencia de Dios porque somos sacerdotes, pero hay un solo Sumo Sacerdote, que es Jesús. Todos somos reyes, pero uno solo es Rey de Reyes, Cristo Jesús.
Hebreos también explica que cuando Abraham regresaba con su botín, Melquisedec salió a su encuentro y lo bendijo. También explica que el nombre Melquisedec significa: Rey de Justicia, rey de paz. Hay quienes piensa que este Melquisedec era un figura o tipología de Jesús, algunos piensan que era el mismo Jesús manifestándose en una versión pre-encarnada de sí mismo.

En Génesis 14 vemos que Abraham se encontró con la figura de Jesús, y vemos que este Melquisedec le sale al encuentro y llevan pan y vino. En ese momento Melquisedec le muestra una bendición superior al botín que había ganado. Sabes, cada vez que nosotros entregamos nuestros diezmos y ofrendas, no lo estamos haciendo para la iglesia, aunque Dios lo usa para su iglesia. Y ese momento donde llevas tus ofrendas, se convierte en un encuentro con Jesús donde, más allá de dar tu ofrenda, tienes un encuentro con el sumo sacerdote.

En ese encuentro Abraham tuvo una revelación: debo entregar una décima parte de lo que Él me ha dado, en respuesta a su Señorío en mi vida, a su sacerdocio. Algo que me encanta de este pasaje es que relata que Abraham se encuentra con Melquisedec y primero Melquisedec bendice a Abraham y luego Abraham le entrega sus diezmos. Me encanta porque a veces nosotros pensamos: Voy a dar para que Dios me bendiga! Pero quiero decirte que nosotros no le damos a Dios para que Dios nos bendiga, le damos a Dios porque El ya nos bendijo. Abraham no le dio a Melquisedec para que lo bendijera, le dio a Melquisedec porque ya había sido bendecido antes por El. Hoy podemos dar a Dios porque somo bendecidos en Cristo Jesús.

El tiempo de consagrar nuestros diezmos y ofrendas es una oportunidad para que te sea revelado Cristo como tu Sumo Sacerdote de acuerdo al orden de Melquisedec.

CONÓCEME MEJOR

¿Qué es lo primero que haces cuando recibes tu sueldo, tu mesada, ganancias de tu negocio u otra fuente de ingreso?
¿Consideras que en tu infancia fuiste instruido con respecto al diezmo?

PROFUNDICEMOS EL MENSAJE

¿Cambió tu perspectiva al enterarte que Abraham era una persona con muchos recursos a su disposición?
¿Cómo consideras tu accionar respecto al diezmo en los últimos años, consideras que es una revelación pura en tu vida o después de la predica sentiste que muchos argumentos en tu mente, respecto al tema del diezmo, fueron confrontados?

OREMOS CONFORME AL MENSAJE

Padre, permitenos encontrarnos con Cristo como sumo sacerdote y revelanos el regalo valioso que Jesús representa para nuestras vidas. Hoy nos presentamos delante de ti, no porque queramos comprar tu bendición, sino porque reconocemos que tu nos has bendecido. Gracias por Jesús. Llena nuestro corazón con gratitud cada vez que nos presentemos con nuestros diezmos y ofrendas, transforma nuestro entendimiento y elimina pensamientos que quieren tergiversar este acto tan sublime de consagrar una parte de todo lo que es tuyo.

RETO DE LA SEMANA