Gracia que activa

Resumen y preguntas de discusión

Pasaje principal

Gálatas 3:1-6 NVI
“¡Gálatas torpes! ¿Quién los ha hechizado a ustedes, ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente? ² Solo quiero que me respondan a esto: ¿Recibieron el Espíritu por las obras que demanda la ley, o por la fe con que aceptaron el mensaje? ³ ¿Tan torpes son? Después de haber comenzado con el Espíritu, ¿pretenden ahora perfeccionarse con esfuerzos humanos? ⁴ ¿Tanto sufrir, para nada? ¡Si es que de veras fue para nada! ⁵ Al darles Dios su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la ley o por la fe con que han aceptado el mensaje? ⁶ Así fue con Abraham: «Le creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia».”

Pasaje secundario

1 Pedro 1:13-16 NVI
¹³ Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo. ¹⁴ Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia. ¹⁵ Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; ¹⁶ pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo».

Puntos principales

Esta semana continuamos las 4 áreas en las que intentamos ganar el favor de Dios, descritas por el apóstol Pablo en el libro de Gálatas, en esta ocasión el tercer aspecto: Ser Perfeccionados (Santificación).

INTRODUCCIÓN
Vivimos en un mundo de constantes retos, donde la preparación se vuelve fundamental para salir exitosos en cada uno de ellos. Veamos el ejemplo de Michael Phelps, el deportista con más medallas olímpicas en el mundo. Para obtener estos triunfos, su rutina diaria de ejercicio era de cinco horas diarias, nadaba 80 km a la semana y seguía una alimentación rigurosa de aproximadamente 10 mil calorías al día.

Jesús nos ha regalado de su Gracia y Él anhela que hagamos el mejor uso de ella para que en todo momento vivamos felices y seamos vencedores frente a los retos y adversidades de la vida.

¿Entonces, cómo estamos preparándonos para accionar con la gracia que he recibido?
Quizá algunos se pregunten, y que entrenamiento debemos seguir para activar lo qué hay dentro de mi. La oportunidad de vivir que nos regala Dios cada se vuelve como la piscina donde Michael Phelps entrenaba. Es decir, nuestros días sirven como entrenamiento para hacer la voluntad de Dios y honrarlo en todo lo que hacemos. A medida Michael entrenaba todos los días, sus músculos se volvían mas fuertes, permitiéndole tener mayor resistencia a las pruebas que se sometía. Es similar con Dios, a medida pasemos tiempo y lo conozcamos, nuestro músculo de la fe se volverá más fuerte y seremos capaces de vencer todo aquello que enfrentemos día a día.

¿CÓMO PREPARARNOS PARA ACCIONAR Y SER PERFECCIONADOS?
En 1 Pedro 1:13-16, el autor inicia diciendo que debemos estar listos para actuar. Actuar es una palabra que indica una acción, es decir, nadie pueda actuar quedándose de brazos cruzados. Siempre hay una respuesta o forma de hacer las cosas que se nos presentan.
Veamos tres puntos que nos llevarán a cumplir la instrucción que vemos en el pasaje:

1- Tener la Fe en Dios 
Nuestra fe será perfeccionada en medio de aquello que puede doler o hacernos temblar. Pero sabes algo? Dios ya venció al mundo y sólo quiere que tú puedas darte cuenta de lo mucho que puedes hacer y lograr de la mano de Él.
Estamos diseñados para que nuestra fe sea pasada por el fuego, y así demostrar que es digna de aprobación, gloria y honor para Jesús.

1 Pedro 1:7
El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele.

2- Confiar en uno mismo
Confiar en uno mismo no se refiere a dejar a un lado a Dios, sino saber que si Dios, su Espíritu Santo mora en nosotros, entonces debo confiar en que Jesús es quien tiene el timón de mi vida. Se refiere a saber que Jesús es real y que confiamos que él camina con nosotros. El enemigo quiere traer miedo a tu vida, que pierdas el dominio y no actúes con inteligencia.

Romanos 8:37-39
³⁷ Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. ³⁸ Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ³⁹ ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

3- Estar siempre en acción
La acción nos llevará a que cada día podamos ir mejorando en aquellas cosas que hacemos. Tenemos un Padre creativo, esto nos enseña a hacer mejor las cosas. Dios quiere que estemos en constante movimiento, lo que nos permitirá estar pasos adelante del enemigo, quien busca que no compitamos o perdamos en la carrera de la vida.
Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía sino de dominio propio para lograr todo aquello que nos proponemos.

CONCLUSIÓN
El entrenamiento cada día nos permitirá cumplir a cabalidad la preparación que necesitamos para ser hijos exitosos que cumplen el propósito de Dios para nuestra vida. Como vimos en el pasaje central: el actuar con inteligencia, tener dominio propio, la obediencia, seguir buenos hábitos y la comunión constante con Jesús, son elementos clave para nuestra rutina y estilo de vida como hijos de Dios.

Preguntas de discusión

CONÓCEME MEJOR

• ¿Cuál consideras que es el área de vida donde has estado luchando por perfeccionarte con esfuerzos humanos, olvidando o invalidando la Gracia de Dios?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• El pasaje de 1 Pedro 1:7 revela que nuestra Fe es sometida a pruebas con el propósito de demostrar que es digna de aprobación delante de Jesús. Trata de meditar y hacer una breve comparación del pasaje anterior con este nuevo pasaje: 1 Pedro 5:6-11, otra referencia de que nuestra fe se prueba con problemas, y si resistimos alcanzermos mayor madurez espiritual.

APLIQUEMOS EL MENSAJE

• Anima a tu grupo a establecer tiempos intencionales de comunión con Dios, alientalos al menos a tener 10 minutos diarios de comunión para fortalecer el musculo de la fe y cada dia ser perfeccionados a través de Cristo.