Gracia que salva

Resumen y preguntas de discusión

Pasaje principal

Gálatas 3:1-6 NVI
“¡Gálatas torpes! ¿Quién los ha hechizado a ustedes, ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente? 2 Solo quiero que me respondan a esto: ¿Recibieron el Espíritu por las obras que demanda la ley, o por la fe con que aceptaron el mensaje? 3 ¿Tan torpes son? Después de haber comenzado con el Espíritu, ¿pretenden ahora perfeccionarse con esfuerzos humanos? 4 ¿Tanto sufrir, para nada? ¡Si es que de veras fue para nada! 5 Al darles Dios su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la ley o por la fe con que han aceptado el mensaje? 6 Así fue con Abraham: «Le creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia».”

Pasaje secundario

Génesis 15:1-6
1 Después de esto, la palabra del Señor vino a Abram en una visión: «No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa». 2 Pero Abram le respondió: Señor y Dios, ¿para qué vas a darme algo, si aún sigo sin tener hijos, y el heredero de mis bienes será Eliezer de Damasco? 3 Como no me has dado ningún hijo, mi herencia la recibirá uno de mis criados. 4 ¡No! Ese hombre no ha de ser tu heredero, le contestó el Señor. Tu heredero será tu propio hijo. 5 Luego el Señor lo llevó afuera y le dijo: Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia! 6 Abram creyó al Señor, y el Señor se lo reconoció como justicia.

Puntos principales

En Gálatas, el apóstol Pablo describe 4 áreas en las que tendemos a intentar ganarnos por nuestras fuerzas el favor de Dios, invalidando así Su Gracia:
1. Recibir el Espíritu Santo.
2. Ser perfeccionados (santificación).
3. Milagros (oraciones respondidas, la acción de Dios).
4. Justificación (salvación).

Vamos a comenzar la serie hablando acerca del último punto que menciona el apóstol Pablo en el pasaje que leímos; la gracia que justifica, es decir, la gracia que trae salvación a nuestras vidas.

EL PROBLEMA
¿Por qué intentamos acumular obras para tratar de comprar nuestra salvación?

¿Cuánto crees que vale tu salvación? ¿Crees que podrías acumular suficientes obras?

Si cada vez que vuelves a esforzarte te das cuenta que al poco tiempo vuelves a fallar. Esa es una vida de esclavitud. Y si crees que tus buenas obras son suficientes para ganarte la salvación de Dios, lo que estás demostrando es que tienes en muy poco valor el precio
de la Salvación.

El precio de nuestra Salvación fue la sangre de Cristo. Y cuando intentamos ganarnos la salvación por nuestras obras, lo que le estamos diciendo a Jesús es “tu sangre, tu sacrificio fue barato”, yo puedo pagar ese precio con mis obras.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?
Jamás podremos hacer lo suficiente para ganarnos la salvación. Pero Dios es tan bueno que nos dio otro camino, SU GRACIA.
Hay tres puntos importantes acerca de la Gracia que debemos entender:

1- Dios nos invita a Su Gracia a traves de sus promesas
La gracia comienza con Dios declarando Sus promesas a nuestras vidas. Así comienza nuestra historia, Dios habla a Abram y le promete que tendrá un hijo. Lo cual representaba un milagro ya que no habían logrado tener descendencia después de muchos años. (Génesis 15:1-5)

De la misma manera cada vez que Dios nos muestra una promesa, Él nos está invitando a experimentar Su gracia.
Jamás podríamos hacer lo suficiente para ganarnos la más mínima de las promesas de Dios, sin embargo Él ha decidido dárnoslas. Eso es GRACIA.

2- La fe nos conecta con la Gracia de Dios
Como vimos en el punto anterior, el proceso de la gracia comienza con Dios invitándonos a experimentar Su bondad declarando Sus promesas sobre nuestra vida. 

Pero Dios espera una respuesta de nosotros... FE.
La gracia es la acción de Dios a nosotros, la fe es la acción de nosotros hacia Dios. Por medio de la fe nos conectamos con la gracia de Dios.

Cuando suceden cosas malas en nuestras vidas, a nuestro alrededor, nuestra reacción inmediata es reclamarle a Dios y tratamos de justificar nuestros reclamos con nuestras obras: Cuánto ayuno, cuánto oro, cuánto leo la Biblia, etc; esto revela que queremos comprar a Dios con nuestras obras, sin entender que todo lo bueno que recibimos de Él no es porque nos lo debe. Es GRACIA MISERICORDIA.

Los capítulos de Génesis 16, 17, 18 y 21 nos dan un claro ejemplo de que a pesar de nuestras imperfecciones, podemos recibir las promesas de Dios:

Génesis 16
Saray le dice a Abram que tome a su sierva Agar y tenga un hijo con ella. Y así nace Ismael. Ismael representa nuestros esfuerzos humanos por alcanzar las promesas de Dios por medio de nuestras obras; ya que no fuimos pacientes para esperar.

Por la desesperación su fe flaqueó e intentaron cumplir la promesa de Dios (de un hijo) en sus propias fuerzas.

Génesis 17 y 18
En esta ocasión Abram se ríe y cree nuevamente que la promesa se cumplirá por medio de Ismael (sus obras, sus propios esfuerzos) pero El Señor le recuerda que Él permanecerá fiel.

En Génesis 18:10-15 el Señor les vuelve a recordar Su promesa, y ahora es Saray la que se ríe y no le creía a Dios. Pero a pesar de todo Dios fue fiel a Su promesa. Eso es gracia. Aún con nuestra poca fe Dios se mantiene fiel.

Génesis 21
Dios siempre cumple sus promesas. Tal como Dios lo dijo, Él lo hizo. Él cumplirá cada una de sus promesas.
Dios nos está mostrando que Él es consciente de nuestras imperfecciones, pero que quiere que en medio de ellas tengamos una fe extraordinaria.

3- La evidencia de nuestra fe es nuestra obediencia
En el capítulo 22 de Génesis, Dios pone a prueba la fe de Abraham, pidiendolo el sacrificio de su hijo (el hijo de la promesa) ¿Era Abraham alguien que creía en Dios solo de palabras o sus acciones eran congruentes con su fe?

Tenemos que entender que somos salvos por gracia a través de la fe en la obra de Jesús y no en nuestras obras. Pero la fe tiene su evidencia en nuestra obediencia.

De esa manera, Abraham mostró la clase de fe que debemos tener. Él no solamente creyó la promesa de Dios, sino que lo obedeció en todo creyendo que Su voluntad es buena, agradable y perfecta y que el Señor sería fiel a Su palabra.

OBSTÁCULO
Si estamos hablando de depositar nuestra fe en un Dios de bondad, ¿cómo puede pedirle semejante aberración a Abraham de sacrificar a su propio hijo? El único, el amado, el de la promesa. ¿Te puedes imaginar cómo se sentía Abraham en ese momento?
“¿pero cómo Dios pidió algo tan despiadado como matar a Isaac?”, “Isaac no merecía eso. No es justo”.

Y es que ese es el MAYOR PROBLEMA que tenemos todos y que nos impide alcanzar la gracia de Dios: Sentimos que la merecemos.

No entendemos el principio de la gracia, y es que no merecemos nada. En realidad, lo único que merecemos es la muerte, pues la paga del pecado es muerte.
Si le pidiéramos a Dios sé justo con nosotros, dame lo que me merezco, mira todo lo que he hecho... Él nos tendría que dar la muerte pues lo que nos merecemos.

Isaac no merecía vivir, él merecía la muerte; él era un pecador al igual que nosotros. La muerte de Isaac en ese altar no hubiera representado un Dios malo, hubiera representado un Dios justo.

JESÚS
Isaac merecía la muerte, pero Dios en Su gracia proveyó un cordero que tomara su lugar. El cordero murió en lugar de Isaac, tomó su lugar y pagó el precio de su pecado. (Génesis 22:!1-13)

La gracia comienza en nosotros cuando entendemos que somos pecadores y por tanto merecemos la muerte. Eso es lo justo.

Pero Dios proveyó un cordero, Jesús, el Hijo de Dios, el único sin pecado que no merecía ningún castigo y quien por amor tomó nuestro lugar y pagó el precio por nosotros, Él llevó nuestros pecados y pagó con Su muerte.

Preguntas de discusión

CONÓCEME MEJOR

• ¿En qué momentos de tu vida has intentado comprar la salvación de Dios con tus obras?
   
• ¿Recuerda al menos una promesa de Dios para tu vida, piensa rápidamente cúando fue la última vez que declaraste esa promesa en oración? ¿Has respondido a las invitaciones de Dios para tu vida? ¿Te sientes realmente conectado con Él?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• ¿Se vuelve dificil para ti el creer que Isaac merecía morir, y que eso representaría un Dios bueno?
   
• ¿Estás de acuerdo en que hasta el día de hoy, el hijo de la esclava sigue persiguiendo al hijo de la libre, es decir, hoy en día pensamos que con nuestras obras y méritos podemos decirle a Dios: mirá que bueno soy, merezco más de ti, y automáticamente le ponemos valor a la sangre de Cristo? Gálatas 4:22-23; 28-29

APLIQUEMOS EL MENSAJE

• Divide los miembros del Grupo en parejas, conforme a Efesios 2:8-10 que oren unos por otros pidiendole a Dios una mayor revalación de Su Gracia en nuestras vidas.