Un fruto de primera

Resumen y preguntas de discusión

Pasajes principales

Gálatas 5:22-26 NVI

22 En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. 24 Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos. 25 Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu. 26 No dejemos que la vanidad nos lleve a irritarnos y a envidiarnos unos a otros.

Juan 14:26 NVI

Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. 

Juan 15:5 NVI

Yo soy la vid y ustedes son las ramas, el que permanece en mí, como yo en él, dará mucho furto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada

Salmos 1:3 NVI 

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto a su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace prosperará

Mateo 7:16-18 NVI 

Por sus frutos los conoceréis 17 Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. 18 Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno.

Puntos principales

Como seres humanos, tenemos sueños y anhelos hacia los cuales vamos caminando en nuestra vida, pero en ese camino muchas veces buscamos hacer las cosas a nuestra manera o con nuestras propias fuerzas. Esto provoca que en el proceso nos sintamos cansados, frustrados o que perdamos la paciencia y el enfoque, trayendo inestabilidad a nuestras emociones. 

Quiero preguntarte algo, has recibido alguna noticia últimamente que no te ha alegrado, ¿cuál ha sido tu reacción? ¿Será que te has enojado, llorado, gritado, pataleado?  Quiero llevarte a un punto como en el que yo he estado algunas veces, donde he identificado que he estado luchando con mis propias fuerzas y mi conclusión ha sido: necesito más de Dios en mi vida a través de su Espíritu Santo. 

En Juan 14:26 encontramos que el Padre enviará a su Espíritu para que nos enseñe todas las cosas y nos recuerde todo lo que ÉL ha hablado. En este primer punto es importante reconocer que Dios nos dio de su espíritu para que nos enseñe como debemos reaccionar o comportarnos en cualquier circunstancia. 

Al inicio mencionaba que tenemos sueños, pero estos sueños cobran un mayor sentido cuando están en sintonía con lo que Dios habla para nuestra vida y cuando dejamos que sea su Espíritu Santo quien nos dirija y nos afirme cada día. ¿Por qué te digo esto? Porque no todos los días son color de rosa, no siempre estamos experimentando al 100 lo que anhelamos ver, pero es a través del Espíritu Santo que nos mantenemos firme y convencidos que lo mejor está por venir.

Cuando caminamos con DIOS, Él nos da su Espíritu para que nos ayude en todo tiempo. Pero, ¿cuál es el anhelo de Dios para nuestras vidas a través del espíritu santo? si caminamos con el Espíritu Santo, Dios anhela que produzcamos frutos junto a ÉL. En Gálatas 5:22-23, Pablo habla que el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Y que no hay ley que condene estas cosas. Pablo estaba diciendo que, si nosotros caminamos con el ES, es inevitable que no demos fruto en Él. 

Quiero contarte algo, cuando un productor siembra una planta, el anhelo mas grande de él es que llegue a dar fruto y pueda sacar un provecho de ella. El fruto es el resultado de un largo proceso, de un tiempo de preparación, crecimiento y espera. Los frutos no se dan de la noche a la mañana, sin embargo, un productor sale todos los días a tratar de darle las mejores condiciones a sus plantas para que estén creciendo sanas y fuertes, para que cuando llegue el día de dar su fruto, puedan dar el mejor. 

Cuando leemos Juan 15:5, nos damos cuenta de que Dios nos compara con una planta. Él dice, Yo soy la vid y ustedes son las ramas, el que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. Acá nos damos cuenta de que Dios busca tener una relación con nosotros. Permanecer en Jesús no significa solamente ir a una iglesia (algo físico) sino, además de ello, son todas nuestras acciones, decisiones y reacciones que tenemos en nuestro día a día. Dios es la vid, y eso significa que el suplirá todo lo que necesitemos para que nos mantengamos siempre en crecimiento y podamos dar fruto. Cuando nos separamos de Él, dejamos de estar anclados a la fuente de vida, y esto puede llevarnos a perder el enfoque y la orientación. 

En Salmos 1:3, también aprendemos que debemos permanecer junto a corrientes de agua, el agua representa a Cristo, quien nos suple de lo que necesitamos para permanecer firmes y vigorosos, para que posteriormente demos el fruto que Dios espera que demos. Algunos se desaniman cuando comienzan a andar como un hombre justo, y el fruto no es evidente inmediatamente. Ellos necesitan esperar hasta que den fruto a su tiempo. En el huerto donde Dios nos ha plantado, estamos llamados a dar fruto, porque en Dios, no hay arboles estériles. Tú y yo no somos arboles estériles, nosotros estamos llamados a dar fruto a un mundo que necesita conocer el amor, la paz, la alegría, la bondad, la mansedumbre en el día a día.

Hemos aprendido que para llegar al fruto, la planta necesitó de un proceso, pero cuando llega su hora de dar fruto, este fruto todavía necesita pasar un tiempo de maduración para que pueda ser retirada del árbol. Cuando una fruta ya está en su punto, una persona la puede retirar del árbol y comérsela. Cuando el fruto del Espíritu Santo es evidente en nuestra vida, vamos a poder impartirla a otros que necesitan de la semilla que tiene nuestro fruto. 

Finalmente, Pablo en Gálatas 5:22-23, dice que el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. Podemos notar que Pablo habla en singular al referirse al fruto. Muchas veces se ha malinterpretado estas virtudes y el poder invisible del Espíritu, pensando que las manifestaciones se dan por separado, sin embargo, son características, cualidades que se dan de forma unidas. Tu vida significa mucho para Dios, Él tiene grandes propósitos para tu vida, y el mayor anhelo de Él es que tu puedas llevar mucho fruto en Él. 

Finalmente, en Mateo 7:16 aprendemos que por nuestros frutos seremos conocidos. Te hago una pregunta, ¿Cuál es el fruto que estás dispuesto a dar? ¿Quieres que te conozcan por ser un fruto de alta calidad? Dios quiere que disfrutemos el estar cerca de Él, porque el quiere sacar el mejor fruto de nosotros. Donde Dios te haya plantado en este tiempo, hay un propósito en ti, y es tiempo de dar fruto y mostrar a Dios a través de nuestras vidas.

CONÓCEME MEJOR. 

• ¿Cuál es tu fruta favorita? 
• ¿Alguna vez plantaste una semilla, experimentaste el proceso de sembrar y luego obtener un fruto? ¿Cómo fue esa experiencia?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• ¿Por qué crees que es importante permanecer en el Señor para dar fruto? 
• ¿Qué podemos hacer para permanecer en Dios?
• ¿Qué áreas debes ejercitar para dar fruto abundante en el Señor? 
• Sí queremos impactar el mundo, ¿Qué esperas que las personas que no conocen a Dios vean en ti?

OREMOS CONFORME AL MENSAJE

• Espíritu Santo, gracias por permanecer en nosotros, por enseñarnos y guiarnos a hacer las cosas conforme a tu voluntad. Hoy queremos decirte que queremos estar conectados a la vid verdadera todos los días de nuestra vida, reconocemos que, si permanecemos en Él, el suplirá nuestras necesidades para dar fruto bueno y abundante. Hoy me propongo modelar el fruto del Espíritu en mi vida, para que otros puedan conocerte. Amén.

RETO DE LA SEMANA

• Medita en que es lo que te está distrayendo para no permanecer conectado con el Espíritu Santo, y modela el fruto del Espíritu donde quiera que trabajes, estudies, o estés.