Pide, busca y llama

Resumen y preguntas de discusión

Pasajes principales

Mateo 7:7-11 NVI

⁷ »Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. ⁸ Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ⁹ »¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¹⁰ ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? ¹¹ Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!

Puntos principales

En este pasaje vemos que Jesús vuelve a retomar el tema de la oración en el sermón del monte. ¿Por qué? Porque Jesús quería resaltar la importancia de la oración. Hoy en día la oración es vital para la iglesia. Estamos viviendo tiempos duros, que nos hacen ver lo vulnerables que somos y cuánto necesitamos de Dios, estamos viendo cómo los sistemas fallan, el hombre falla, pero tenemos un Dios que nunca falla. Él es el único que en este tiempo tiene todas las respuestas.

El día de hoy quiero retarte a poder llegar delante de Dios y entender que todas las cosas vienen de Él. La Biblia nos muestra historias de personas que encontraron respuesta, bendiciones, transformación, sanidad, libertad, producto de la oración. Aún el mismo Jesús se mantenía aferrado al Padre en oración.

Esta semana escuché a un pastor que Dios utiliza mucho en milagros y él decía: Hoy la iglesia se tiene que mantener orando, si se mantiene orando, no tendrá de qué preocuparse. Esto es justamente lo que Jesús habló en este pasaje, es importante mantenerse orando. En la oración encontramos nuestro lugar seguro.

Jesús retomó el tema de la oración en este pasaje desde dos puntos de vista:

1. La oración y su recompensa: Pide, busca, llama.

Esto habla de tres aspectos que debe tener la oración y tres recompensas que vienen producto de la oración. Los analizaremos uno por uno:

Pide.
La recompensa del pedir es recibir. ¿Qué es pedir? Es hacer conocidas todas nuestras peticiones, todo lo que necesitamos, eso es lo que pedimos. No debemos dudar en pedir, no debemos cansarnos de pedir. Dios quiere que sacudamos la pena, la incredulidad, y le pidamos al Padre en libertad. Jesús sabía que pedir es la única forma para recibir. Cuando nosotros pedimos, estamos demostrando fe, de que tus palabras no son dichas al aire, sino que tienes confianza en el Señor. Aquel que no pide, no está teniendo fe.

Busca.
Debemos orar, no solo pidiendo, sino también con expectativa de que nos vamos a encontrar con el Señor, con su rostro, con su voluntad. No solo tenemos que hablar por hablar, tenemos que tener expectativa de que nos encontraremos con el trono de Dios. La recompensa de buscar es encontrar. En medio de la oración nos vamos a encontrar con Dios. Debemos ir a nuestros tiempos de oración no solo para buscar el milagro, sino también, para encontrarnos con el Dios de los milagros. Cuando oramos, no solamente nos acercamos con el interés de recibir, nos interesa encontrarnos con el Señor.

Llama.
La recompensa de llamar es que se nos abrirá. ¿Qué se nos abrirá? La puertas de bendición. Jesús habla acerca de llamar, por que aún cuando sintamos que la puerta está cerrada, debemos orar hasta que la puerta se abra. ¡Anímate! Vamos a llamar hasta que se abra. Será que Jesús no hará justicia a sus escogidos, aquellos que de día y noche están insistiendo. ¿Se tardará mucho en responderles? Para llamar necesitamos fe. Muchas veces ya ni sabemos cómo seguir pidiendo, buscando y llamando, pero sigue insistiendo y no te detengas.

2. El amor del Padre.

Iglesia, Dios no nos quiere dar piedras. Dios nos dará pan y mucho más. No solamente debemos pedir, buscar y llamar, tenemos que pedir sabiendo que Dios nos ama. La oración no es para persuadir a Dios que sea bueno, Él ya es bueno y su voluntad para con nosotros es de bien. 

Cristo vino para darnos vida y vida en abundancia. Hoy cancelo, en el nombre de Jesús, toda mentira sobre tu vida que te hace ver que la voluntad de Dios es la muerte, enfermedad, la escasez. Cristo ya ganó por nosotros. Tenemos que liberarnos de todo temor y llegar delante de su presencia creyendo que Él nos ama y nos quiere escuchar.

Este es el tiempo que debemos ser diligentes con la oración. Debemos estar pidiendo, buscando y llamando para encontrarnos con todas estas bendiciones que el buen Padre ya ha preparado para sus hijos. Debemos volvernos a Jesús en este tiempo, Jesús tiene que volverse en nosotros más real que la vida misma. Jesús quiere abrirnos todas las puertas de bendición en nuestras vidas.

CONÓCEME MEJOR. 

• Describe tu vida de oración actual en una sola palabra.
• ¿Te consideras una persona insistente o al contrario, sientes que rápidamente te derrotas?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• ¿Has sentido que tus peticiones no son escuchadas por Dios? ¿Cómo has reaccionado ante este sentimiento?
• ¿En qué te ayuda saber que Jesús mismo era tan dependiente de la oración? ¿Cómo te motiva saber que aún el mismo Jesús le daba tanta importancia a la oración?
• ¿Cuántas veces te acercaste a Dios en oración, con culpa, incredulidad y desinterés? ¿Cómo ha cambiando tu pensamiento después de aprender que Dios nos ama y que esa debe ser una perspectiva de nuestras oraciones?

OREMOS CONFORME AL MENSAJE

• Padre, danos mayor hambre para buscarte. Llena nuestro corazón de la confianza de que te vamos a encontrar, de que las puertas se van a abrir, pero sobre todo, de que tu nos amas. Declaramos milagros que empiezan a suceder. Aumenta nuestra fe en estos tiempos difíciles para creer que tu amor por nosotros es más grande de lo que pensamos y que en oración se abrirán puertas de bendición para nuestras vidas, familias y las naciones de la tierra.

RETO DE LA SEMANA

• Toma un tiempo para meditar en todas aquellas cosas que dejaste en oración a causa del desánimo e incredulidad, aquellas cosas que creiste que Dios no quería responder o simplemente no le interesaban. Acercate nuevamente creyendo que Él te ama. Pide, buscalo y llama otra vez creyendo que Él te responderá.
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