Oraciones Atrevidas

Resumen y preguntas de discusión

Pasajes principales

Josué 10:12-4 NTV

¹² El día que el Señor les dio a los israelitas la victoria sobre los amorreos, Josué oró al Señor delante de todo el pueblo de Israel y dijo:

«Que el sol se detenga sobre Gabaón,
    y la luna, sobre el valle de Ajalón».

¹³ Entonces el sol se detuvo y la luna se quedó en su sitio hasta que la nación de Israel terminó de derrotar a sus enemigos. ¿Acaso no está registrado ese suceso en El libro de Jaser? El sol se detuvo en medio del cielo y no se ocultó como en un día normal. ¹⁴ Jamás, ni antes ni después, hubo un día como ese, cuando el Señor contestó semejante oración. ¡Sin duda, ese día el Señor peleó por Israel!

Puntos principales

En mi época de universidad tuve que hacer una petición bien atrevida a alguien que era desconocido para mi. Se me abrió una puerta de oportunidad importante y necesitaba el apoyo de alguien. En medio de una reunión me acerqué a esta persona y le hice una petición que implicaba ayuda financiera y de manera rápida. Para mi sorpresa, cuando terminé de hablar, la persona me felicitó y me dijo que había sido valiente en buscarlo y exponer mi necesidad.

Cuando recordaba esta anécdota, meditaba en qué fue lo que me motivó para acercarme a este desconocido y pedirle ayuda. Recordé que la motivación vino de un tiempo de oración donde hice mi petición a Dios sobre este proyecto y Él me dio una palabra. Comprendí que Él supliría esta necesidad.

Hay oraciones específicas que para nosotros pueden ser atrevidas y cuando vamos delante de Dios, nos da pena, pensamos que a Él le molestan nuestras peticiones. Nos limitamos en pedirle su dirección y consejo. Pero lo cierto es que Dios siempre está abierto a todas nuestras peticiones y necesidades. Nosotros debemos trabajar esa área en nuestras vidas que nos impiden pedir plenamente.

¿Por qué nos cuesta tanto pedir atrevidamente a Dios? Esto puede tener muchas raíces, por ejemplo:

1. Nos preocupamos por lo que Dios piensa de nosotros.

2. A veces queremos demostrarle cosas a Dios.

3. Las malas experiencias del pasado nos limitan en oración.

4. Tenemos una mala percepción de la bondad de Dios.

Debemos quitar todas estas barreras de nuestra mente, porque Dios quiere que pidamos, que nos presentemos delante de Él con peticiones audaces, a través de la ayuda del Espíritu Santo. Debemos estar conscientes que por los días que estamos viviendo y los días que vendrán, la iglesia tiene que cambiar su forma de orar y levantar oraciones más efectivas con el poder del Espíritu Santo.

En la Biblia encontramos un hombre que oró atrevidamente, se unió con lo que el Espíritu Santo quería hacer. Josué fue el sucesor de Moisés, él tenía la misión de entrar junto con el pueblo de Israel a la tierra prometida. En medio de la tierra prometida había muchos gigantes amenazando las promesas de Dios para el pueblo de Israel. Pero Dios le dio una palabra a Josué de que todos estos gigantes no prevalecerían contra Israel. 

En el capítulo 10 el pueblo de Israel estaba librando una batalla, y cuando el día estaba por terminar, Josué recordó la palabra que Dios dio a Israel de que derrotarían a sus enemigos. Josué hizo una oración atrevida, pidiéndole a Dios que detuviera el sol y la luna, tenía tanta hambre de cumplir la promesa de Dios, que no se limitó en sus oraciones.

En este tiempo, debemos empezar a ser más atrevidos en nuestras oraciones. A través de la oración que hizo Josué aprendemos tres cosas:

1. Orar atrevidamente.
Josué no tuvo problemas en hacer una petición tan audaz, pidió atrevidamente. Las oraciones audaces van más allá de lo que nuestros ojos ven, son oraciones acerca de cosas que talvez jamás hemos visto. Debemos creer y confesar lo que Dios nos ha dicho.

2. Josué estaba manteniendo activa su fe.
Sé esforzado y valiente. Hoy en día mantener la fe activa es un trabajo a tiempo completo. A veces las situaciones adversas nos están desgastando, es necesario acudir a la presencia de Dios una y otra vez para mantener nuestra fe activa. 

3. El Señor responde las oraciones atrevidas.
El Señor contestó semejante oración. En este tiempo hemos escuchado testimonios tremendos de personas bendecidas y muchas buenas noticias en tiempos de una pandemia. Hay gente que está siendo atrevida y levanta oraciones a Dios que parecen locura en medio de este tiempo. Dios se complace cuando nos acercamos y pedimos cosas atrevidas, oraciones que ejercitan nuestra fe. Dios está interesado en todas nuestras necesidades.

Este es el tiempo de presentarnos delante de Dios con oraciones atrevidas, sin rodeos, directamente al grano con nuestras peticiones. Créele al Señor atrevidamente por tus milagros.

CONÓCEME MEJOR. 

• ¿Cuál fue la petición más atrevida que hiciste en tu vida? Ya sea en tu hogar, tu trabajo, universidad.
• ¿En tu niñez, te costaba trabajo hacer peticiones grandes a tus padres? ¿Eras de los que pedías lo que se te ocurriera sin temor? ¿Te daba pena pedirle a tus padres?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• ¿Qué te está mostrando Dios hoy en día? ¿Qué piensas hacer con los sueños y retos que Dios colocó en tu corazón?
• Del 1 al 10 ¿Qué tan obstaculizado te ves hoy por las barreras que nos impiden hacer oraciones más audaces y efectivas?

OREMOS CONFORME AL MENSAJE

• Pídele a Dios que elimine todas las barreras mentales que desde niños fuimos adoptando en nuestro comportamiento, que nuestra mente sea renovada a través de su Espíritu Santo y nos capacite para poder pedir audazmente, para hacer oraciones que estén conectadas con sus propósitos y sueños para nuestras vidas. Pídele a Dios que quite todo velo en tus ojos espirituales que te impiden ver su gran bondad, amor y deseo por escuchar nuestras oraciones.

RETO DE LA SEMANA

• Pídele a Dios que coloque en tu mente una persona que necesita oración. Comienza una conversación genuina con la persona, y pídele permiso para orar por él/ella. Ya sea de forma presencial o a través de una llamada telefónica, ora por esta persona y activa su fe, ayúdale a que sus fuerzas sean renovadas durante este tiempo de cuarentena.