Honrando la presencia de Dios

Resumen y preguntas de discusión

Pasajes principales

2 Samuel 6:1-11 NVI

¹ Una vez más, David reunió los treinta batallones de soldados escogidos de Israel, ² y con todo su ejército partió hacia Balá de Judá para trasladar de allí el arca de Dios, sobre la que se invoca su nombre, el nombre del Señor Todopoderoso que reina entre los querubines. ³ Colocaron el arca de Dios en una carreta nueva y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba situada en una colina. Uza y Ajío, hijos de Abinadab, guiaban la carreta nueva ⁴ que llevaba el arca de Dios. Ajío iba delante del arca, ⁵ mientras David y todo el pueblo de Israel danzaban ante el Señor con gran entusiasmo y cantaban al son de arpas, liras, panderetas, sistros y címbalos.

⁶ Al llegar a la parcela de Nacón, los bueyes tropezaron; pero Uza, extendiendo las manos, sostuvo el arca de Dios. ⁷ Entonces la ira del Señor se encendió contra Uza por su atrevimiento y lo hirió de muerte ahí mismo, de modo que Uza cayó fulminado junto al arca.

⁸ David se enojó porque el Señor había matado a Uza, así que llamó a aquel lugar Peres Uza, nombre que conserva hasta el día de hoy. ⁹ Aquel día David se sintió temeroso del Señor y exclamó: «¡Es mejor que no me lleve el arca del Señor!» ¹⁰ Y, como ya no quería llevarse el arca del Señor a la Ciudad de David, ordenó que la trasladaran a la casa de Obed Edom, oriundo de Gat. ¹¹ Fue así como el arca del Señor permaneció tres meses en la casa de Obed Edom de Gat, y el Señor lo bendijo a él y a toda su familia.

Puntos principales

Para preparar este mensaje, le pedí a algunas personas que me compartieran una imagen de ellos con un objeto que tiene un valor sentimental para sus vidas.

Cuando era niño tenía un juguete que era mi favorito, un estacionamiento de HotWheels, recuerdo que cuando crecí, mis papás me dijeron que ya era tiempo de regalar todos mis juguete pero cuando vi que se estaban llevando el estacionamiento le dije a mis papás que ese no, que me lo dejaran. Tenía un valor sentimental hacía ese juguete.

Las personas siempre van atesorando cosas que tienen un valor sentimental, hay cosas que valen por el peso y el valor que nosotros le ponemos por lo que representa para nuestras vidas.

En el pueblo de Israel había un objeto que debían valorar mucho, ese objeto era el Arca del Pacto. Dentro de ella guardaban un poco de maná, las tablas de la ley y la vara de Aaron. EL arca se convirtió en un recordatorio del pacto de Dios con Israel, pero más que eso, el arca se convirtió en un elemento profético en el cual reposaba la presencia de Dios. Durante el tiempo de Moisés la guardaron en el lugar santísimo, un lugar donde una sola vez al año se podía acceder a este lugar y lo hacía el sacerdote ordenado por Dios. El deseo de Dios era que su pueblo amara su presencia.

Para poder contextualizar un poco el tema y cómo llegamos a 2 de Samuel 6 vamos a escudriñar tiempo atrás en la Biblia. Hubo un tiempo en Israel donde había un sumo sacerdote que se llamaba Elí, éste tenía dos hijos que estaban a cargo de guardar la presencia de Dios. Pero los hijos de Elí corrompieron su corazón y aprovechaban su posición como sacerdotes para pecar. Estos muchachos desvaloraron completamente la presencia de Dios. En estos tiempos, el pueblo de Israel dejó de valorar el arca del pacto y la comenzaron a ver como un amuleto.

En 1 de Samuel se relata que los Filisteos iniciaron una guerra con Israel, las escrituras describen que en esta batalla el pueblo de Israel estaba perdiendo, entonces alguien se levantó y dijo que trajeran el arca de Dios para poder ganar esa guerra. Los Filisteos se asustaron al ver el arca, pero sorprendentemente las escrituras relatan que el pueblo de Israel perdió esa batalla y muchos murieron porque solo utilizaron el arca como un amuleto pero su corazón no honraba la presencia de Dios. En momentos de crisis queremos sacar a Dios como un amuleto, queremos sacar al Dios con el cual nunca cultivamos una relación. En tiempos donde toda va bien no buscamos cultivar nuestra relación con Dios y cuando viene la crisis no sabemos qué hacer.

Los Filisteos robaron el arca y para burlarse del pueblo de Israel colocaron el arca dentro del templo de un dios falso que ellos adoraban. El primer día ídolo amaneció sin manos, el siguiente sin cabeza, el siguiente todo destrozado. Los Filisteos se dieron cuenta que se debía a la presencia de Dios, por eso, con temor los Filisteos devolvieron el arca al pueblo de Israel.

1 Samuel 7, describe que llevaron el arca a la casa de Abinadab. Cuando les devolvieron el arca, la mente de los Israelitas no había transicionado, seguían viendo el arca como un objeto sin valor. Guardaron el arca en casa de Abinadab y pasa mucho tiempo, hubo cambio de rey, hubo cambio de sacerdote, entró el profeta Samuel, ungió a Saúl, terminó el reinado de Saúl, entra a reinar David, y todo ese tiempo el arca del pacto estaba olvidada en casa de Abinadab. Pero cuando David entra a reinar, él se da cuenta que necesitan llevar el arca al centro de la ciudad, David sabía que era necesario que la presencia de Dios estuviera en el centro de la ciudad. 

Así es como llegamos a 2 Samuel 6, dónde David como rey, empieza a valorar la presencia de Dios. Cuando movieron el arca de casa de Abinadab e iban de camino transportando el arca, la Biblia describe que el arca estuvo a punto de caerse y Uza hijo de Abinadab intentó sostener el arca para que no se cayerá y las escrituras relatan que Uza cayó muerto. En la ley de Moisés habían leyes muy estrictas sobre cómo transportar el arca y todos los que la llevaban lo sabían, incluyendo a Uza. Yo creo que el arca llevaba tanto tiempo en casa de Abinadab como un objeto sin valor, que a Uza se le olvido que era algo santo. Quizá estaba tan familiarizado con la presencia de Dios que olvidó su santidad, por eso la tocó y cayó muerto. A veces llegamos a acostumbrarnos a la presencia de Dios que se vuelve una rutina, una forma sin poder, se nos olvidó que la presencia de Dios es invaluable, desvalorizamos su presencia.

Cada uno de nosotros tenemos el mismo Dios pero la diferencia de cómo Él se va a manifetar en nuestras vidas radica en cuánto estamos honrando su presencia. En el antiguo testamento estaba prohibido que le hombre se acercara a la santidad de Dios, pero la palabra nos revela que Jesús vino y murió por nosotros, nos regaló su justicia, y aunque luchamos con pecados, cuando Dios nos ve, el mira a Jesús y su sangre que cubre todo pecado. A través de Jesús podemos acercarnos confiadamente a su presencia. A diferencia de Uza, nosotros hoy podemos acceder libremente al trono de Dios por medio de Jesús. Tenemos el proviligio de entrar todos los días a su presencia.

Cuando David vio que Uza murió, entró miedo en su corazón y mejor cambió el plan, decidió dejar el arca en casa de Obed Edom por un tiempo. Nuevamente, en lugar de llevar el arca al centro de la ciudad, la llevan a la casa de otro hombre. Pero 2 Samuel 6:11 describe que el arca permaneció tres meses en casa de Obed Edom y Dios lo bendijo a él y toda su familia. ¿Qué sucedió? La diferencia fue que Obed Edom supo honrar la presencia de Dios. Si tu has estado orando para que tu familia sea transformada, aprendamos a honrar la presencia de Dios como familia, cuando honramos esa presencia Dios se manifiesta.

Cada domingo que nos reunimos como familia, Jesús está enmedio de nosotros, pero la diferencia, la transformación, la bendición y el poder de Dios, radica en cuánto nosotros estamos honrando su presencia. Él se mueve cuando alguien honra su presencia. Cuando Jesús fue a predicar a su ciudad quería sanar y hacer milagros, pero no pudo hacerlo a causa de la deshonra por su presencia.  

El arca estuvo 3 meses en casas de Obed Edom, te imaginas el dolor en el corazón de Obed Edom cuando David logró sacar el arca de su hogar y llevarla al templo. Pero Obed Edom no se quedó de brazos cruzados, él y toda su familia siguieron la presencia de Dios. Tiempo más adelante la Biblia describe cómo el rey David comienza a distribuir las personas que servirían en el templo y en 1 Crónicas 26 encontramos la organización de los porteros que cuidaban e intercedían día y noche, dice este pasaje que estaban los hijos de Obed Edom, se convirtieron en porteros del templo. A Obed Edom le correspondió cuidar la puerta del sur, la puerta por donde estraba el Rey a adorar.

Quiero darte una promesa, cuando en un hogar se levanta un hombre que honra la presencia de Dios, todos los hijos lo siguen. Cuando los padres honran la presencia de Dios, los hijos los seguirán. Se cumple la promesa: Mi familia y yo serviremos al Señor.

¡Tus hijos honrarán la presencia del Señor! 

CONÓCEME MEJOR. 

• Recuerda un objeto que de niño le diste un valor sentimental y comparte con el grupo qué es lo que más te gustaba de ese juguete, accesorio, ropa, etc.
• ¿Por qué crees que le atribuimos un valor sentimental a ciertas cosas?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• ¿Por qué crees que hay momentos en nuestras vidas donde miramos a Dios como un amuleto? ¿A qué se debe el buscar a Dios solo en tiempos de crisis?
• ¿Qué podemos empezar a hacer hoy para honrar la presencia de Dios? ¿Qué crees que fue lo que hizo y cómo podríamos imitar a Obed Edom para tener un corazón genuino que honre la presencia de Dios?

OREMOS CONFORME AL MENSAJE

• Padre, queremos honrar tu presencia así como Obed Edom, inquieta nuestros corazones para día a día buscar tu rostro y cultivar una relación contigo independientemente de nuestras circunstancias. No queremos familiarizarnos con tu presencia, no queremos restarle valor a tu persona, tu santidad, tu gran poder y amor. Permitenos a través de Cristo poder experiementar cada día el profundo amor y los misterios que hay en tu corazón.

RETO DE LA SEMANA