EL PODER DE LA GRACIA

Resumen y preguntas de discusión

Resumen y preguntas de discusión

Pasajes principales

• Romanos 11:6 “Y, si es por gracia, ya no es por obras; porque en tal caso la gracia ya no sería gracia”.
• Romanos 8:1-2 “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte”.
• Hebreos 8: 7-13.

Puntos principales

Muchas veces no entendemos la plenitud del ministerio del Evangelio y nos cuesta disfrutar la vida abundante que Cristo nos ofrece. Podemos leer las escrituras, estar seguros en nuestra mente acerca del sacrificio vivo que Cristo hizo en la Cruz del Calvario por amor a nosotros, pero aun sentimos esa necesidad de hacer algo para sentirnos amados. Encontramos una insatisfacción en nuestro corazón, y creemos que debemos orar más, servir más para que Dios nos ame. Cuando vivimos el Evangelio de esta manera terminamos sintiéndonos frustrados, desanimados, y en un estado de derrota. El legalismo es lo que trae la culpa, condenación y temor al rechazo. Vivir el evangelio bajo la gracia es lo que nos permite disfrutar fluir con el Señor, sin hacerlo en nuestras propias fuerzas.

Así como las águilas fueron creadas para volar alto, recorrer grandes extensiones, ellas esperan. Se colocan en el sitio más alto, y extienden sus alas, esperando la ola de viento que las llevará. Y su misterio es este: no se esfuerzan. Aun en medio de las tormentas, el mismo viento las hace avanzar a un punto tan alto, donde la tormenta no les molesta, están en un sitio de descanso. Razones tiene la palabra de compararnos con las águilas.

Nadie como el Apóstol Pablo puede hablarnos de lo que es la gracia, introducirnos en una profundidad de lo que es la gracia porque él vivió sumergido en las profundidades del legalismo. Y él fue sacado de ahí para conocer el Evangelio de la gracia.

Hay una línea muy delgada entre la condenación y la convicción de pecado. Ambas señalan el pecado, ambas muestran la falla. La diferencia es que la condenación no ofrece ninguna salida, sino que esclaviza, te aparta de la presencia de Dios. Mientras que la convicción del Espíritu Santo señala el pecado, pero a la vez, trae una gloriosa manifestación de la gracia que Dios te da. La gracia del Señor da el poder de limpiar nuestras vidas una vez y para siempre.

La gracia nos muestra lo que está mal, pero a la vez abre una puerta de oportunidades de libertad. Pablo vivía bajo el engaño de la ley, porque creía que él tenía un celo profundo por la ley. Y por eso el perseguía a la iglesia de Cristo. Cuando Esteban murió y fue apedreado, y cayó a los pies de Pablo. Este momento es un referente de la gracia. Cuando él conoció a Jesús, fue libre de toda manifestación de condena. Había suficientes razones para que él fuera condenado, sentirse culpable y rechazado por Dios. Pero a Pablo le fue revelado que, por la gracia de Dios, él había sido elegido desde el vientre de su madre para predicar el evangelio de Cristo. Un evangelio que siempre dice que hay una gran victoria que está delante de ti.

Aun Pablo llegó al punto de decir, ¿Quién podrá liberarme?, muerto al pecado. Pero es en ese mismo momento donde reconoce la gracia de Dios. La gracia que libra de la ley del pecado. La gracia te permite sacudirte toda estructura, y te invita a ser tu mismo.

Pablo nos explica lo que Dios nos ofreció: a Jesús como un sacrificio vivo, para poder reconciliarnos con el Padre, por medio de la fe en su sangre. Es por medio de la gracia divina que somos justificados. Ya no podemos ser acusados por nuestro pasado, porque Cristo vive en nosotros.

El evangelio de la gracia nos enseña que la bendición se basa totalmente en lo que Dios ha hecho por nosotros. Pablo nos da una profunda revelación, nos dice que la sangre de Jesucristo no solamente te perdona el pecado, pero también te da libertad sobre el pecado.

La llave para vivir una vida firme en el caminar del Señor, es por medio de la transformación por medio del Espíritu Santo. El Espíritu Santo vive en mi, me vivifica, desde el interior, hace que broten ríos de agua viva en ti. La gracia nunca te lleva al pecado, al contrario, señala el pecado, pero tiene el poder de vencerlo.

CONÓCEME MEJOR. 

• ¿Cómo defines la gracia del Señor en tu vida?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• ¿Cómo fue tu primer encuentro con Dios?
• ¿Cómo podemos ser una expresión de la gracia de Dios en la vida de otras personas?

OREMOS CONFORME AL MENSAJE

• Padre, hoy te damos gracias por tu amor en nuestras vidas. Hoy te pedimos ser transformados en nuestros corazones, que rompas todo legalismo y condenación de nuestras vidas para poder experimentar tu libertad, tu gracia y tu bondad. Señor, vivifica en nuestros corazones tu palabra, que broten de nuestras vidas ríos de agua viva. Anhelamos ver todo aquello que fue dicho sobre nuestras vidas desde la eternidad. Ayúdanos a ser personas más apasionadas por ti, por tu palabra, tu presencia. Enséñanos a vivir llenos de tu gracia. Te lo pedimos en el Nombre de Jesús, Amén.

RETO DE LA SEMANA

• Ora y pide la dirección del Espíritu Santo para identificar las áreas en tu vida en las que necesitas experimentar libertad a través de la gracia del Señor.