Profetiza resurrección

Resumen y preguntas de discusión

Pasajes principales

Ezequiel 37:1-10 NVI
La mano del Señor vino sobre mí, y su Espíritu me llevó y me colocó en medio de un valle que estaba lleno de huesos. ² Me hizo pasearme entre ellos, y pude observar que había muchísimos huesos en el valle, huesos que estaban completamente secos. ³ Y me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?» Y yo le contesté: «Señor omnipotente, tú lo sabes». ⁴ Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos, y diles: “¡Huesos secos, escuchen la palabra del Señor! ⁵ Así dice el Señor omnipotente a estos huesos: ‘Yo les daré aliento de vida, y ustedes volverán a vivir. ⁶ Les pondré tendones, haré que les salga carne, y los cubriré de piel; les daré aliento de vida, y así revivirán. Entonces sabrán que yo soy el Señor’ ”». ⁷ Tal y como el Señor me lo había mandado, profeticé. Y mientras profetizaba, se escuchó un ruido que sacudió la tierra, y los huesos comenzaron a unirse entre sí. ⁸ Yo me fijé, y vi que en ellos aparecían tendones, y les salía carne y se recubrían de piel, ¡pero no tenían vida! ⁹ Entonces el Señor me dijo: «Profetiza, hijo de hombre; conjura al aliento de vida y dile: “Esto ordena el Señor omnipotente: ‘Ven de los cuatro vientos, y dales vida a estos huesos muertos para que revivan’ ”». ¹⁰ Yo profeticé, tal como el Señor me lo había ordenado, y el aliento de vida entró en ellos; entonces los huesos revivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército numeroso!

Jeremías 29:11 NVI
¹¹ Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

Puntos principales

Durante esta serie hemos estado hablando acerca del poder de la resurrección de Jesús, y que mejor ejemplo que leer el pasaje de Ezequiel donde huesos secos resucitaron para convertirse en un ejército numeroso.

Si es la primera vez que lees este pasaje, te puede parecer algo místico, pero lo que Dios estaba haciendo con Ezequiel era mostrarle una figura de la realidad que estaba experimentando el pueblo de Israel. En los versículos siguientes (verso 11 en adelante) Dios le explica a Ezequiel esta visión. La visión del valle de los huesos secos representaba cómo se sentía la nación de Israel, se sentían secos, acabados, no tenían expectativa del futuro, perdieron toda esperanza.

Yo quiero que nos hagamos la siguiente pregunta: ¿Cuántos hemos perdido la esperanza en algún punto de nuestra vida?
Por los momentos que estamos viviendo a nivel global, muchas veces podemos ser llevados a perder esta esperanza, creamos que el futuro será difícil, que será peor y perdamos el ánimo de creer que Dios esta con nosotros y que hará grandes cosas en nuestras vidas. Nuestra esperanza a veces es muy circunstancial, es decir, cuando todo va bien, cuando la familia esta en armonía, cuando tenemos un buen trabajo, entonces nuestra esperanza es buena; pero cuando la situación se torna difícil comienzan los problemas en el hogar, los hijos no obedecen, el matrimonio se pone difícil y es como si en medio de todo empezamos a perder el ánimo, la fe y la esperanza. Pero algo que debemos entender es que la esperanza la necesitamos más cuando los tiempos son difíciles, en momento difíciles es cuando tenemos que poner nuestra fe en Dios.

Si tu hogar a perdido la esperanza, Dios te quiere levantar a ti como una voz profética con un mensaje de resurrección, un mensaje de esperanza, y que todo aquello que estaba seco, dormido, muerto, vuelva a tomar vida, vuelva a despertar la esperanza de que Dios cumplirá sus promesas. Tener una perspectiva profética implica ver esperanza cuando todos están viendo derrota y muerte, no necesitamos fe para creer que las cosas se pondrán difíciles o peor, necesitamos la fe para creer que las cosas mejorarán y continuamos creyendo en que Dios hará y cumplirá su palabra.

Hoy quiero compartir contigo tres perspectivas proféticas en medio de las dificultades:
1. Discernir la situación espiritual: ¿Cómo está tu vida espiritual? dejar la comunión con Dios provoca que nuestro espíritu este seco. Dios quiere afectar positivamente tu interior, tu espíritu, que te enfoques primero en lo que sucede en tu interior y tener la fe para que Dios reviva todo lo que está muerto, pregúntate: ¿Ya viste lo que está sucediendo en tu casa, hay muerte, hay escasez, hay derrota? pero la pregunta importante es: ¿Puede Dios revivir todo esto, puede Dios transformar y traer vida enmendo de tu situación espiritual?.
2. Discernir el plan de Dios: El plan de Dios fue resucitar los huesos secos que Ezequiel vio, y ese sigue siendo el plan de Dios en nuestras vidas. El profeta Jeremías entendió esto, y pudo discernir que los planes de Dios siempre prometen esperanza. ¿Estás listo para ver el plan de Dios por encima de tu situación espiritual? 
3. Profetizar los planes de Dios: No basta solo conocer el plan de Dios, debemos profetizarlo. Esta fue la tercera dimensión profética a la que Dios llevó a Ezequiel, Dios quería ejecutar sus planes, pero no lo quería hacer solo, invitó a Ezequiel para hacerlo juntos. Dios puede reunir lo que estaba despedazado, Él tiene la capacidad de levantar lo que estaba seco, de unir lo que estaba dividido. En este tiempo Dios esta trayendo unidad en las familias, Dios quiere reconstruir corazones fragmentados, pero tenemos que profetizarlo. 

Ezequiel no solo profetizó una vez, lo hizo dos veces como Dios le ordenó, y el aliento de vida entró sobre los huesos secos. Hoy es tiempo de que te levantes y profetices los planes de Dios sobre tu vida, tu familia, tu nación. Amén.

CONÓCEME MEJOR

• ¿Dirías de ti mismo que eres una persona llena de esperanza en medio de problemas? 
• ¿Una vez que termine el distanciamiento social ¿Qué es lo primero que te gustaría hacer?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• ¿Cómo esta tu situación espiritual hoy? ¿Estas permitiendo que el Espíritu Santo transforme tu interior?
• Reflexionemos sobre Jeremías 29:11 ¿Qué cosas percibes en tu interior que Dios quiere hacer en tu vida, que planes tiene Dios para tu familia?

APLIQUEMOS EL MENSAJE

• Que los miembros del grupo piensen en una promesa bíblica, una promesa que hable por encima de la situación que hoy estamos viviendo, juntos en oración profeticen y declaren estas promesas.