Entre dos cimientos

Resumen y preguntas de discusión

Pasajes principales

Mateo 7:24-27 NVI

²⁴ »Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. ²⁵ Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. ²⁶ Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. ²⁷ Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó, y grande fue su ruina».

Puntos principales

Hace algunos años se viralizó un reportaje acerca de un castillo de arena que un hombre había estado construyendo por varios días. Mientras la reportera estaba haciendo su trabajo y mostrando todos los detalles sobre el castillo de arena, ella decidió subirse sobre una silla para mostrar la cima del castillo. De repente, se cayó sobre el castillo. Nadie podía creer lo que sucedió, el castillo estaba dañado. La reportera muy apenada, se disculpó con el hombre que había construido el castillo y él muy tranquilo le respondió lo siguiente: Tranquila, solo es arena.

En el sermón del monte Jesús nos enseña sobre dos tipos de personas al momento de edificar una casa: el hombre sabio y el hombre necio. El hombre sabio y prudente edifica sobre un buen fundamento, pero el necio edifica sobre la arena. La arena representa algo inestable, que en segundos puede derrumbarse. Por eso es importante preguntarnos ¿Con qué fundamento estamos edificando todo en nuestra vida, cómo relaciones, amistades y familia? 

Decidimos comenzar con el último mensaje que Jesús dio en el sermón del monte, para hablar de dos principios importantísimos que encontramos en el pasaje y que nos ayudarán durante el resto de la serie.

1. El fundamento en nuestra vida es importante.

Jesús nos muestra dos personas en circunstancias similares, ambas edificaron sus casas y la terminaron. La diferencia fue el fundamento sobre el cual construyeron. El fundamento es importante y debemos velar que ese cimiento sea sólido.

Para llevar a cabo el destino profético que cada de uno de nosotros tenemos, es necesario tener un fundamento sólido que nos mantenga firmes, sin importar los problemas que nos encontremos.

Cuando Jesús viene a nuestra vida, nos sacude para mostrarnos el cimiento sobre el cual estamos y así podrá comenzar a trabajar hasta que sea uno sólido. Hoy Jesús está trabajando nuestras emociones, nuestros miedos, Él está trabajando sobre la base que sostendrá lo que ha preparado para nosotros. La intención de Jesús no es juzgarnos, sino levantarnos y prepararnos para los próximos escenarios.

2. Las tormentas prueban nuestro fundamento.

Una casa fue probada pero permaneció firme. La otra casa se derrumbó y fue grande su ruina a causa de un fundamento incorrecto. Dios es experto en sacudir nuestras vidas para saber sobre qué estamos parados. A veces nos sorprendemos porque nuestro fundamento no es lo que creíamos.

Estar en Cristo no significa que estás exentos de dificultades. En medio de las tormentas, lo primero que saldrá a luz será lo que hay en tu corazón. Cuando el fundamento de una persona es débil, las palabras de fe la ofenden, de su corazón sale amargura, miedo, odio, conmiseración, sale a la luz el verdadero fundamento sobre el cual había permanecido. 

Hoy todos estamos pasando por una gran tormenta llamada Covid-19, y añadido a esto, se dan problemas familiares y económicos. Pero hoy es un buen día para dejar que Dios nos transforme y no quedarnos en la tormenta que estamos viviendo. ¿Cómo estamos respondiendo a la tormenta, con fe o con temor?

Jesús termina el pasaje invitándonos a ser hacedores de la palabra y no solamente oidores. Él quiere que nos profundicemos en su Palabra, que nos levantemos a declarar y profetizar por todo aquello que Él ha prometido. Jesús está al control de todo, Él ya sabe nuestro futuro glorioso y hoy está haciendo de ti un discípulo con un fundamento firme. 

Familia, este es tiempo donde Dios está preparando a sus hijos para formar una iglesia más fuerte y consagrada.

Las escrituras hablan de que Cristo es nuestra piedra angular. Busca a Jesús y aférrate a Él como la única roca firme que tenemos.

CONÓCEME MEJOR. 

• Si has ido a la playa alguna vez, seguramente trataste de construir un castillo de arena ¿Cuéntanos cómo te fue en el intento?
• ¿Alguna vez viviste la experiencia de una tormenta que causó daños severos en tu comunidad? ¿Cómo afrontaron la situación y la superaron?

PROFUNDICEMOS EN EL MENSAJE

• Del 1 al 10 ¿Cómo sientes que están siendo construidas tus relaciones en la familia, trabajo, universidad, escuela, vecindario?
• En el mensaje aprendimos que Jesús es quien sacude nuestros cimientos para mostrarnos las áreas débiles que tenemos ¿Estás siendo consciente e intencional en dejar que Jesús te ayude en esas áreas? Si no es así, ¿Qué obstáculos o barreras crees que te pones a ti mismo y que hoy no te están permitiendo experimentar el poder transformador de Jesús en tu vida?
• ¿Qué rol juegan las escrituras en este momento de tensión a nivel mundial? ¿Qué es lo que hoy está saliendo de nuestras bocas, la palabra de Dios o pensamientos de temor?

OREMOS CONFORME AL MENSAJE

• Padre, hoy sabemos que Cristo es nuestra roca firme y te pedimos perdón si Jesús no ha sido nuestro fundamento en medio de las dificultades. Oramos que Cristo sea revelado a nuestras vidas como el único fundamento firme y lugar seguro que tenemos. Llénanos de tu amor y de más encuentros con tu hijo amado Jesús a través de las escrituras y tiempos de oración.

RETO DE LA SEMANA

• El hombre sabio edifica sobre un fundamento sólido. Haz una llamada telefónica a una persona que Dios ponga en tu corazón (Amigos, vecinos, compañeros de trabajo, familiares, una llamada inesperada a tu espos@), pregúntale cómo va su día, sácale una sonrisa y transmite paz a su corazón. Empecemos a construir relaciones sólidas a nuestro alrededor bajo el mandato que Jesús nos dejó: Ama a tu prójimo como a ti mismo.